Hoy nos miran desde afuera,
como siempre.
Los astros,
ojos de agua
escurridizos.
Hoy volamos a pedazos
nuestra casa
otra vez.
Desde la ventana del espejo,
arrojamos hacia adentro
nuestros negros corazones.
Hoy construimos el pozo
más hondo,
el túnel
más largo
hacia el laberinto del alma
que perdimos
Ayer.
R.G.M.
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