martes, 18 de noviembre de 2008

Anástasis (ó Síndrome de Jerusalén)


Los paseantes viajan a Tierra Santa con muy variados propósitos y casi siempre en plan del llamado "turismo religioso". Desde todas las latitudes mundiales salen expediciones masivas de creyentes de las tres vertientes religiosas semíticas principales. Los musulmanes van a la Mezquita de Omar principalmente, los cristianos acuden al Santo Sepulcro y los judíos (bueno, a los que de verdad les interesa ya viven allá) van a expiar sus culpas a la sinagoga del Muro de los Lamentos.

La semana pasada pudimos ver en las noticias internacionales, a los miembros de la comunidad cristiana ortodoxa armenia pelearse a golpes (el poco espacio al que los judíos relegan a los cristianos) contra sus hermanos ortodoxos griegos. Este hecho lamentable tiene mucho que ver con el confinamiento de los hijos del cisma a este Templo. La puerta del Templo es resguardada desde los tiempos de Saladino, por una familia musulmana de respetado linaje; la guardia del Santo Sepulcro es celosa y estrictamente alternada entre los cristianos ortodoxos armenios y griegos, y los católicos franciscanos (éstos últimos habitan la catacumba del Santo Sepulcro). Hay algunas otras cosas que no son tan ventiladas públicamente, como el hecho de que algunos miembros de la Iglesia Ortodoxa Abisinia habitan de manera casi clandestina la azotea del templo.

En medio de este desorden ecuménico cristiano, cabe destacar que el Estado Sionista e Imperialista que (cabe recordar) mantiene confinados a los ciudadanos palestinos en sus propias tierras, crucificará a todo aquél que de cualquier manera comience a padecer los Síntomas del Sínrome de Jerusalén. La crucifixión, por su puesto, ahora no consistirá en someter a los fieles contra maderos y clavos para efectos de asfixia; ahora los métodos más sofisticados consisten en el confinamiento de estos "enfermos" a un hospital psiquiátrico "especializado" y a su posterior deportación hacia sus países de origen.

Si Jesucristo viviera en estos días y transitara las calles de Jerusalén predicando sus epifanías, quizá sería deportado a Nazareth. Si desde Medina llegaran hasta Israel los rumores de las visiones del profeta Muhuamadh, este recibiría sin duda una carta de Estado (con las mejores recomendaciones diplomáticas) para visitar las instalaciones de esta institución psiquiátrica especializada.

Los seguidores y apóstoles de la religión cuyo templo principal está en la avenida Wall Street de Nueva York, tendrían entonces también que ser atendidos pues al escuchar las voces del Libre Mercado, han apostado por la especulación, llevando al borde del colapso a la totalidad de la Economía Global.

Aveniskandar


Ver vínculos:

http://www.lacuarta.cl/contenido/66_24257_9.shtml

http://es.wikipedia.org/wiki/Basílica_del_Santo_Sepulcro

http://www.tuotromedico.com/temas/sindrome_de_jerusalem.htm