Hay grandes proezas vislumbradas en los ojos de todas las personas. Durante los juegos olímpicos sucede con holgada frecuencia. Algunas de estas proezas son entonadas bajo las banderas de diferentes naciones y tienen nombres e identidades tan disímiles como Phelps o Ussain Bolt.
Pero pocas grandezas se gestan casi anónimas y son tan poco coreadas por la gente debido a su actitud osada; yo en lo personal las venero, las respeto...
Un competidor iraní, anónimo por lo pronto, se negó a competir en la misma alberca que un ciudadano imperialista cobijado bajo la bandera del opresor Estado de Israel.
Poca gente quiere darse cuenta (o no pueden, por que la televisión, estratégicamente, devora las neuronas del auditorio) de que el imperio neonazi de Oriente es una realidad antropófaga que se devora día a día millones de vidas inocentes; destruye a todo aquel que no nace bajo el signo de Caín.
Mohammed Alirezaei, para mí es un héroe; pues desafió todo el orden del regimen capitalista que el ya mencionado Estado opresor y totalitarista impone junto con su gran hermano de América del Norte.
Respe Coatli
No hay comentarios:
Publicar un comentario